El Madrid se la pegó ante todo un City que, sobre todo en el último tercio de partido, sometió a todo el Bernabéu (1-2). Los goles de Gabriel Jesús y De Bruyne, de penalti, dieron la vuelta al tanto inicial de Isco, justo cuando el Madrid había tomado el pulso al partido.
Mucho les costó a Madrid y City imponer su fútbol. Unos por falta de profundidad, otros por falta de espacios a los que atacar. Los blancos se hicieron con la pelota, algo de mucho mérito enfrentándote a un equipo de Guardiola. Pero el City hace tiempo que aprendió a vivir del galope de De Bruyne y Gabriel Jesús.
Sería del brasileño la primera ocasión del partido, pero Courtois detuvo a la perfección su disparo desde el interior del área. Vinicius tendría también la suya, pero se escurrió incomprensiblemente con Ederson ya batido, tras testarazo de Benzema.
Tras la reanudación, el City salió con unas ínfulas más propias del técnico catalán, combinando con veneno y la presión bien arriba, y le sirvió para sacar al Madrid del partido. Pero los blancos tienen ese carácter que hace grande la Champions. Por eso, cuando peor estaba, vio la luz con el tanto de Isco, amén del ímpetu de Vinicius, que vio recuperado el esfuerzo de todo el partido en la presión a Walker. Le robó la cartera y se la dejó en bandeja al malagueño, que no le hizo ascos.
La montaña rusa del City
A partir de ahí, el partido se durmió por la gracia del Madrid. Los de Zidane llevaron el partido a su terreno y el City fue incapaz de mostrar sus virtudes. Hasta que Gabriel Jesús voló en el área. Hubo quejas de Sergio Ramos por un posible empujón, pero ni el VAR ni el colegiado quisieron saber nada,
El partido se rompió, para gusto del City. Todavía más en el momento en que Carvajal derribó a Sterling en el área. Penalti claro y gol de De Bruyne. El Madrid veía cómo se le iba un partido de forma incomprensible, cuando Ramos derribó a Gabriel Jesús al borde del área. Hubo contacto, al menos el suficiente para que el colegiado enseñase tarjeta roja al capitán, impidiéndole jugar la vuelta. Una vuelta en la que al Madrid solo le queda la épica.