El británico Lewis Hamilton (Mercedes) impuso ayer de nuevo su ley en Imola en el Gran Premio de Emilia Romagna y acaricia su séptimo título mundial cuando faltan cuatro carreras para el final del campeonato. Hamilton será campeón en Turquía el 15 de noviembre si queda por delante de su compañero de equipo, Valters Bottas. El indiscutible líder del mundial hizo una mala salida pero rectificó con autoridad y sumó su 93º triunfo, delante de Valtteri Bottas (Mercedes), que completó el doblete de la firma alemana y redondeó el séptimo título mundial consecutivo de constructores. Nunca antes una escudería había ganado tantos seguidos. Ferrari había obtenido seis entre 1999 y 2004.
El brillante tercer clasificado fue el australiano Daniel Ricciardo (Renault), que firmó su segundo podio del curso en un final reagrupado por el coche de seguridad en las últimas siete vueltas. El holandés Max Verstappen (Red Bull) pinchó cuando era segundo y hacía una gran carrera.
A Hamilton le tuvieron que ajustar el asiento justo antes de arrancar la carrera porque, al parecer, algún tornillo se había aflojado. Sea por una cosa o por la otra, el caso es que distraerse en el arranque y Max Verstappen le pasó la mano por la cara. Bottas aprovechó la posición preferente. Los tres abrieron hueco respecto del cuarto, Ricciardo (Renault). El francés Pierre Gasly (Alpha Tauri), que había salido cuarto, la mejor posición de su carrera, se retiró por problemas mecánicos en la novena vuelta. Ricciardo era cuarto a un mundo de 15 segundos del líder, lejos del trío.
Verstappen entró en el pit-lane para poner neumáticos duros (19a). Bottas se sumó a continuación. Hamilton, en cambio, pidió a su equipo que lo dejaran. Había encontrado el ritmo infernal idóneo. Había conservado bien las gomas de sus neumáticos medios y se situó líder. Además, arañó tiempo marcando vueltas rápidas sucesivas, exhibiéndose.
En la vuelta 30 entró a hacer el cambio en el marco de un safety car virtual por el accidente de Esteban Ocon (Renault). Una ventaja añadida al margen amplio que ya llevaba y que le permitió reingresar a la pista con 4 segundos respecto de Bottas y 33 vueltas por delante. Todo el pescado vendido si no pasaba nada extraño. La lucha entre Bottas y Verstappen por el segundo puesto acaparaba los focos. El combativo neerlandés aprovechó un error de Bottas, que tenía problemas aerodinámicos, y le adelantó como un cohete en la vuelta 43.