Día de celebraciones, recuerdos y homenajes, ayer, en el Camp Nou. 121 años de la fundación del FC Barcelona y diez años de uno de los mejores partidos de la era Guardiola, aquel inolvidable 5-0 contra el Real Madrid de Mourinho, aquel partido de la manija de Piqué. Y un sentido recuerdo para Diego Armando Maradona. Emotivo minuto de silencio y la camiseta azulgrana del crack argentino presidiendo el partido desde el palco. Y homenaje posterior de Messi en el jugador más mágico de la historia de este deporte, deslucido por la ausencia de público.
El Barça se ha ido alejando con el paso de los años de aquel fútbol sublime hace una década, así que era difícil que regalara una obra de arte a Joan Gamper ya Maradona. No fue una obra de arte, pero, al menos, sí fue un partido entretenido, bien jugado por los de Ronald Koeman. Y una victoria, imprescindible teniendo en cuenta la situación en la clasificación. El calendario de liga hasta fin de año es la gran esperanza del técnico holandés para situar el equipo en la parte alta de la tabla y poder luchar por el título. Ayer, ante Osasuna, hizo la primera muesca de las siete que tiene que hacer antes de que acabe este maldito 2020.
El Barça consiguió la victoria con merecimiento y con una alineación sorprendente. Dest se recuperó y Mingueza tuvo premio a su buen partido en Kiev repitiendo como acompañante de Lenglet. El central del filial firmó otro partido notable y demostró que muchísimas veces se ha fichado de forma innecesaria en los últimos años para cubrir posiciones en la plantilla del primer equipo cuando mirando hacia abajo, como se había hecho antes. También tuvo premio por los dos goles de Braithwaite. La semana del danés se completó ayer con el gol que abría la lata. Primera titularidad en la Champions y dos goles. Primera titularidad en la liga y un gol más. Tres goles en una semana. No fue estético, el gol de Braithwaite. Nada que ver con la plasticidad del añorado Maradona, pero sí fue merecido para un equipo que lo había buscado desde el primer minuto, sin acierto en los últimos metros. El gol, tras un buen centro de Jordi Alba que Coutinho remató primero y que Braithwaite materializó con una segunda remate con la rodilla, llegó en el minuto 30.
Antes, habían sido varias las oportunidades de un Barça que tuvo en la sala de máquinas Pedri acompañante de Jong, una nueva posición para el canario, que juega bien allí donde le dicen. Entiende el juego como pocos y está llamado a marcar una época en el Barça. tras un buen centro de Jordi Alba que Coutinho remató primero y que Braithwaite materializó con una segunda remate con la rodilla, llegó en el minuto 30. Antes, habían sido varias las oportunidades de un Barça que tuvo a la sala de máquinas Pedri acompañante de Jong, una nueva posición para el canario, que juega bien allí donde le dicen. Entiende el juego como pocos y está llamado a marcar una época en el Barça. tras un buen centro de Jordi Alba que Coutinho remató primero y que Braithwaite materializó con una segunda remate con la rodilla, llegó en el minuto 30. Antes, habían sido varias las oportunidades de un Barça que tuvo a la sala de máquinas Pedri acompañante de Jong, una nueva posición para el canario, que juega bien allí donde le dicen. Entiende el juego como pocos y está llamado a marcar una época en el Barça.
Con una primera llegada por la banda derecha de Dest e innumerables de Jordi Alba, que encontró una autopista durante toda la primera parte, el Barça pudo marcar varios goles antes del de Braithwaite. Los azulgrana atacaban bien por fuera y también por dentro, con Messi, Griezmann y Coutinho asociándose muy bien. Unai García rehusó sobre la línea un remate de Coutinho, y Griezmann remató dos veces sin poder marcar por poco. El francés no falló en el tercer intento, cuando faltaba poco para el descanso, con una volea espectacular que Sergio Herrera sólo pudo mirar como un espectador más.
La segunda parte comenzó con un merecido descanso para Pedri y el retorno de Sergio Busquets al equipo. También con Osasuna, que había ganado en el Camp Nou en su última visita, presionando más arriba. Pero el Barça volvió a golpear el equipo navarro en breve. Griezmann recuperó el balón y él mismo fue quien asistió Coutinho para que el brasileño hiciera el tercero y el partido quedara liquidado. Koeman respiraba, hasta que llegó el minuto 67. Una jugada en la medular acabó con Lenglet lesionado en el tobillo derecho. Las desgracias que acumula el Barça en la posición de central son dignas de un expediente X. Koeman tiene lesionados cuatro centrales con ficha del primer equipo, aunque parece que el francés no estará mucho tiempo de baja.
Y la desgracia dejó paso a la emotividad después de unos minutos de intranquilidad en la defensa del Barça como consecuencia de la lesión del francés y los cambios que tuvo que hacer Koeman. Osasuna flirteó con el gol y Roberto Torres hizo un palo, pero quien marcó fue Messi. El 10 no podía no marcar en el primer partido después de la muerte de Maradona. Espectacular jugada individual y brutal cacao con la izquierda. Gol para Diego. Con Messi mostrando la camiseta del Newell ‘s, equipo de Rosario en el que siempre ha dicho que se quisiera retirar y en el que Maradona jugó los años 1993 y 1994, con el 10. Un buen final para un partido de celebración y homenaje.