Mientras todos en Madrid esperaban la vuelta de Hazard, Isco se sacó de la chistera un partido de lo de hacía tiempo. El malagueño se echó al equipo a la espalda para anular el gran inicio de Osasuna, que se adelantó con un buen gol de Unai García, reaccionando de la mejor manera para darle la vuelta al partido como un calcetín (1-4).
No tuvo comienzo esperanzador el Real Madrid en el Sadar, achuchado por los rojillos, que salieron a recuperar la pelota en campo contrario. A los pocos minutos, el Osasuna se puso por delante gracias a la conexión entre Rubén García y Unai García.
Con el Madrid necesitado de una buena dosis de fútbol, apareció el mejor Isco de la temporada, empalando una volea antológica para sumar el empate a la media hora de juego. No solo eso, el malagueño circuló y repartió, oxigenando el juego de un Madrid que tardó en tomar el pulso al partido.
La reacción rojilla no se dio, y Ramos aprovechó para firmar otro de sus testarazos. Patido polémico el del andaluz, que se fue la mano con una entrada durísima en la segunda parte. La acción era merecedora de expulsión, pero el colegiado no lo consideró así, encendiendo un Sadar que bramaba el canto de “Ramos, muérete”.
Lucas sentencia
Otro que creían desaparecido, pero nada más lejos, Lucas Vázquez, firmó la sentencia en los últimos diez minutos de juego. El gallego, que parecía estar caído del equipo en esta temporada, ha vuelto a demostrar que siempre encuentra la forma de volverse importante. Siempre lo ha sido en este Madrid de Zidane, encomendado a las rotaciones, y este año no está siendo una excepción.
También Jovic, otro futbolista necesitado de confianza, pudo sumarse a la fiesta, firmando el último y cuarto gol con un estupendo remate a la media vuelta.