Tras la gran victoria del Real Madrid en el Camp Nou, los de Zinedine Zidane visitan esta noche el Borussia Park de Mönchengladbach con la obligación de revertir un inicio europeo deficiente, con una derrota dolorosa contra un Shakhtar Donetsk que consiguió los puntos en Madrid con un equipo repleto de bajas. “Sabemos la situación en la que estamos y lo que tenemos que intentar es dar continuidad a todo lo que hicimos el sábado”, señaló ayer un Zinedine Zidane que cuenta en la lista con un Eden Hazard que ha dejado atrás los problemas musculares. “Es muy positivo, si ha viajado es porque está bien y veremos a partir de aquí como la utilizamos, si de entrada o como revulsivo”, dijo el técnico marsellés sobre el belga.
En plena necesidad de enderezar el rumbo europeo, el Madrid visita un rival peligroso, que ya arañó dos puntos en la visita a San Siro y que, bajo la dirección de uno de los entrenadores de moda, como es Marco Rose, dispone de futbolistas de muy buen nivel, como Florian Neuhaus, Alassane llena, Yann Sommer o el hijo mayor de Lilian Thuram, Marcus. “En la Champions no hay rivales pequeños y lo peor que podemos hacer es relajarnos, porque ahora tenemos mucha presión sobre nuestros hombros”, afirmó ayer el centrocampista Toni Kroos.
Kroos, que se molestó a finales de la pasada temporada por haber quedado fuera del partido decisivo contra el Manchester City, aseguró ayer que en ningún caso dentro del vestuario han dudado de la figura del técnico. “Nunca hemos dudado de Zidane. Aquí perdemos y ganamos juntos y cuando no salen los resultados no damos la espalda al entrenador “, dijo el internacional alemán, exhibiendo el buen clima postclásico.