El piloto mallorquín de 23 años Joan Mir (Suzuki) supo nadar y guardar la ropa en el circuito de Cheste y es el nuevo campeón del mundo de MotoGP, el hombre que ha sabido rentabilizar la ausencia del dominador Marc Márquez por lesión y se ha convertido en su sorprendente sucesor si repasamos el catálogo de favoritos y el inicio del curso atípico del coronavirus. El campeón de Moto3 del 2017 había dejado el trabajo en el punto de caramelo ganando su primera carrera en el mismo escenario el domingo anterior y le bastó apelando a la cordura ya la calculadora con el séptimo puesto en una carrera ganada por Franco Morbidelli . El italiano se erigió de nuevo en la excepción que confirma la regla del nuevo desastre de Yamaha, con el Roses Maverick Viñales décimo y el francés Fabio Quartararo por tierra -los dos pilotos, junto con su compañero de equipo Alex Rins, aunque podían discutir el título del mallorquín-, y ya atesora su tercer triunfo del curso. Jack Miller (Ducati) fue segundo y el catalán Pol Espargaró (KTM) completó el podio -el quinto del 2020-. Alex Rins (Suzuki) fue cuarto.
La regularidad del de Palma apenas en su segundo año en la categoría reina le ha permitido llevarse el título y reingresar a Suzuki al Olimpo del motociclismo veinte años después, coincidiendo con la celebración del centenario de la firma japonesa. El último campeón con Suzuki había sido Kenny Roberts Jr. (2000). Alex Rins (Suzuki) fue cuarto. La regularidad del de Palma apenas en su segundo año en la categoría reina le ha permitido llevarse la gorda y reingresar Suzuki al Olimpo del motociclismo veinte años después, coincidiendo con la celebración del centenario de la firma japonesa. El último campeón con Suzuki había sido Kenny Roberts Jr. (2000). Alex Rins (Suzuki) fue cuarto. La regularidad del de Palma apenas en su segundo año en la categoría reina le ha permitido llevarse la gorda y reingresar Suzuki al Olimpo del motociclismo veinte años después, coincidiendo con la celebración del centenario de la firma japonesa. El último campeón con Suzuki había sido Kenny Roberts Jr. (2000).
Quartararo arrancó undécimo, pero en la primera vuelta cometió un error -se pasó de frenada y tuvo que salir fuera de la pista para no embestir Viñales- y quedó fuera de combate a la cola de la clasificación. Un fastidio menos para Mir. Morbidelli (Yamaha), el poleman, Salió bien. Jack Miller (Ducati) se situó segundo y Pol Espargaró (KTM), tercero. Mientras tanto, Mir era décimo, noveno cuando Johan Zarco (Ducati) cayó en la sexta vuelta. Rins, tercero en el mundial, era sexto, insuficiente para inquietar el de Palma, tranquilo porque el hipotético triunfo de Morbidelli no le impediría la celebración. Viñales era undécimo, con todo perdido. Quartararo se despeñó en el sexto curva de la décima vuelta y agravó aún más un tramo final de campeonato desgraciado cuando había iniciado el mundial con dos victorias, tres en total como Morbidelli. Perro flaco de moscas. Ambos han sufrido del mismo mal y han sido penalizados por la irregularidad ante la consistencia de los siete podios con un triunfo de Mir.
Rins subió hasta el quinto lugar y avanzó Miguel Oliveira (KTM) en la undécima vuelta. Mir no se quedó de brazos cruzados por si acaso, progresó (8º) y avanzó Aleix Espargaró (Aprilia). El japonés Takaaki Nakagami (Honda) fue demasiado al límite intentando superar Pol Espargaró -estuvo a punto de impactar con el catalán en la caída- y se fue al suelo. Rins ya era cuarto y Mir, séptimo. Miller, con una Ducati satélite, miraba de acortar el margen que tenía Morbidelli. Cuatro vueltas del final, se puso a sólo cuatro décimas. Ambos protagonizaron un último giro para enmarcar, con varios cambios de posición en la que el italiano impuso su ley. Mir recibió la felicitación del resto de pilotos y terminó la carrera llorando de alegría.