La decisión de algunos jugadores de la NBA de negarse a jugar se ha extendido a las ligas de fútbol y de béisbol y al torneo de tenis de Cincinnati.
Cuando faltaban pocos minutos para el cuarto partido del play-offentre los Milwaukee Bucks y los Orlando Magic, un enfrentamiento en el que los Bucks se podían clasificar para la siguiente ronda en caso de ganar, los trabajadores de la pista de Florida donde se está organizando toda la fase final de la NBA como medida de prevención contra el Covid-19 comenzaron a retirar el material. Los Bucks, uno de los equipos favoritos para ganar el título, decidieron boicotear el partido y no jugarlo para protestar por el caso de violencia policial contra un ciudadano afroamericano, Jacob Blake, que ante sus tres hijos recibió disparos en la espalda de unos policías cuando no iba armado. Los rasgos a Blake pasaron a la ciudad de Kenosha, en el estado de Wisconsin, donde juegan los Bucks. Una vez se vieron las imágenes, se vivieron manifestaciones en todo el país, con algunos muertos.
Los Bucks llegaron al pabellón, pero no salieron a calentar. Los Magic, sus rivales, sí lo hicieron, pero el partido no se jugó. “Estamos cansados de los asesinatos y la violencia”, explicó George Hill, base del equipo de Milwaukee. El vicepresidente de la franquicia, Alexander Lasry, explicó: “Algunas cosas son más importantes que el baloncesto. La postura de los jugadores y el cuerpo técnico quiere expresar que estamos hartos. Hacen falta cambios. Estoy muy orgulloso de mis jugadores, que han demostrado que quieren conseguir cambiar las cosas de verdad “.
La estrella del equipo, el griego con raíces nigerianas Giannis Antetokounmpo, dijo: “Queremos que el lema del Black Lives Matter no sea sólo una marca, queremos cambiar las cosas”. El gesto de los Bucks recibió el apoyo de otros equipos, y diferentes franquicias se sumaron a la huelga. La NBA, pues, queda parada. Unas horas después, también las jugadoras de la WNBA, la liga estadounidense femenina, también decidieron no jugar sus partidos en señal de protesta contra los diferentes casos de racismo.
LeBron, contundente
Los jugadores de la NBA han destacado como uno de los colectivos más activos a la hora de reclamar cambios en un país que vive un fuerte debate en torno al racismo justo cuando Donald Trump quiere ser reelegido presidente. La gran estrella de Los Angeles Lakers, LeBron James, utilizó las redes para enviar un duro mensaje contra Trump.
La NBA, tras el parón por culpa del Covid-19, volvió a la burbuja de Orlando con un mensaje de unión contra el racismo. Al inicio de los partidos, todos los jugadores han arrodillado mientras sonaba el himno nacional, en recuerdo del asesinato de George Floyd y con motivo de protesta contra el racismo. Además, muchos jugadores han llevado mensajes contra el racismo en las camisetas en lugar de su nombre.