Tal como estaba previsto, Messi se incorporó ayer por la tarde a los entrenamientos. Era la imagen más esperada del día, y seguramente también de la semana en clave azulgrana. Tras confirmar el viernes su continuidad al menos hasta el 30 de junio de 2021 y poner así punto final al serial, ayer tocaba incorporarse al trabajo. Primer día en la oficina para el argentino después de dos semanas marcadas por la incertidumbre. Ahora, calma por fin, al menos en el aspecto deportivo, porque en el institucional todos los ojos siguen puestos en la recogida de firmas que está llevando a cabo el bloque de la oposición para activar la moción de censura.
El regreso del crack argentino generó muchísima expectación a las puertas de la ciudad deportiva, como no podía ser de otra manera. Mucha presencia de los medios gráficos atentos para inmortalizar la escena de la llegada de Messi en las instalaciones, y mucha también de aficionados culés que tampoco querían perderse la llegada de su ídolo. A Messi, como el resto de compañeros, no se le esperaba hasta las cuatro y media de la tarde, una hora antes del entrenamiento programado para las cinco y media, pero Leo llegó antes. Lo hizo pocos minutos antes de las cuatro de la tarde, con su Mercedes y sin ningún acompañante. De hecho, Messi fue el primer futbolista de la plantilla que llegó a la ciudad deportiva. Toda una declaración de intenciones. Ciertamente Messi quería irse del Barça este verano, pero una vez fallido en su intento, parece del todo dispuesto ahora a liderar el nuevo proyecto de Koeman. Es sólo un pequeño gesto, pero el hecho de llegar el primero en el entrenamiento es una buena manera de mostrar compromiso. En sus últimas declaraciones dijo que lo daría todo esta temporada, y toca demostrarlo.
Tras dar negativo en el test PCR al que fue sometido el domingo a su domicilio de Castelldefels, Messi ejercitarse ayer por primera vez a las órdenes de Ronald Koeman. Lo hizo en solitario, como Philippe Coutinho en estos últimos días, y tal como marca el protocolo de Laliga. Messi hizo pequeños ejercicios sobre el césped, con y sin balón. Se le vio a buen ritmo, teniendo en cuenta que la de ayer fue su primera toma de contacto con el césped tras semanas de inactividad. Su última fotografía vestido de corto había sido en Lisboa en el calamitoso 2-8 contra el Bayern. Aquel es el último partido de Messi con el Barça. El próximo, si Koeman da el visto bueno, será dentro de sólo cuatro días en el primer amistoso de la pretemporada, que el Barça afrontará el sábado contra el Nàstic en el estadio Johan Cruyff (19 h).