Trabajada victoria del Real Madrid ante un Sevilla que murió de pie en el Santiago Bernabéu (2-1). Casemiro se erigió como el hombre del partido, firmando dos goles, uno de ellos de bella factura, que neutralizó el un buen gol de De Jong desde la frontal. El Sevilla consiguió dormir gran parte del partido, pero dos zarpazos del Madrid, además de un trepidante arreón final, dejó los tres puntos en Chamartín.
Tras los esfuerzos de la Superciopa, Zidane tiró de rotaciones, alineando un tridente formado por Rodrygo, Jovic y Lucas Vázquez. Echaron de menos los blancos alguna que otra ausencia. Especialmente, a de Fede Valverde, sancionado después de la dura entrada cometida sobre Morata en Arabia Saudí. El ‘Pajarito’ es un jugador que estira al equipo, permitiendo que Kroos y Modric se preocupen por el aspecto ofensivo.
Y lo sufrió el Real Madrid. Al menos, en la primera parte, donde no encontró la forma de pisar área con contundencia. El poco ritmo de Lucas Vázquez y la falta de entendimiento de Rodrygo y Jovic dejó que el Sevilla llevase el partido a su terreno, allí donde relucen sus virtudes.
En una de estas, De Jong embocó el gol, rematando a placer un córner botado por Banega. Tras consultar el VAR, el colegiado anuló el tanto por falta de Gudelj, que obstruyó a Militao de forma clara.
Tan desdentado estaba el Madrid, que tuvo que ser Casemiro el que abriera la lata. Y de qué manera. Un fino taconazo de Jovic dejó al brasileño frente a Vaclik, al que superó con una suave vaselina al palo largo. El Sevilla no dejó que le cogiera la caraja y, siete minutos después, De Jong chutó desde la frontal, muy lejos del alcance de Courtois.
Primer doblete vestido de blanco
Como una premonición, Zidane ya había movido el árbol antes del empate, dando entrada a Benzema y Vinicius, que revolucionaron el tridente blanco. Sobre todo este último, que además de liviano y escurridizo, obligó el repliegue de los hispalenses.
Y volvió a aparecer el brasileño. Tras recuperar en campo contrario, Lucas Vázquez se coló por el flanco izquierdo, sirviendo un centro a Casemiro que remató de un testarazo al fondo de las mallas. El partido terminó en campo del Sevilla, gracias al refresco de la delantera blanca, que, aunque no viese puerta esta tarde, permitió al Madrid cerrar el partido sin sufrimiento.