Un buen Barça se llevó los tres puntos del Benito Villamarín tras un partido vibrante y con alternativas (2-3). Aunque se encontró a un buen Betis, asfixiante en la primera parte, los de Setién terminaron remontando el partido a balón parado.
Curiosa la forma de este Barça de hacerse con la victoria. Mucho más viendo que el planteamiento de Setién empieza a relucir en ciertos momentos del juego. No como en San Mamés, donde había que hacer mucho esfuerzo para ver brotes verdes, el Barça salió encontró profundidad en el Villamarín.
Arturo Vidal salió de falso nueve, convirtiéndose en el primer escollo en la salida de balón verdiblanca. Y aunque bien le valió, lo cierto es que el Betis propuso más en la primera parte, con un Fekhir desbocado que terminaría viendo la roja.
Primero golpearían los de Rubi con un gol de Canales desde los once metros, contrarrestado casi de forma inmediata por De Jong, que encontró la forma de penetrar la zaga bética y transformar un gran servicio de Messi.
El argentino se mostró muy participativo anoche en Sevilla, aunque sigue negado de cara al gol. Con todo, el rosarino supo echarse el equipo a la espalda, dando alternativas a sus compañeros en ataque.
Victoria a balón parado
Antes del descanso, Fekhir primero, y Busquets después y a balón parado, sellarían sendos tantos, llevando el empate a la caseta. De allí salió más fino el Barça, que culminó la remontada con un gol de cabeza de Lenglet. La parroquia verdiblanca reclama falta del francés en el salto, pero se aprecia que el central gana el balón limpiamente para dar aire a Setién y seguir a tres puntos del Madrid.