El Barcelona se llevó un partido complicado ante la Real Sociedad, donde el VAR fue protagonista al señalar una mano de Le Normand dentro del área. Messi no le hizo ascos al penalti, pero fue imposible desprenderse de la sensación de que los donostiarras merecieron más,
Aunque Quique Setién tiene claro a lo que debe jugar este Barcelona, no se privó de poner a Braithwaite como punta de lanza. Después de sus primeros partidos, el danés está siendo de las pocas notas positivas en Can Barça. Rompe líneas con mucha facilidad y siempre da sensación de peligro. También se asocia con buen gusto, en especial con Messi.
En frente, la mejor Real de la temporada, pletórica tras su clasificación para la final de Copa. Alguacil sabía que podían hacer daño con una presión adelantada. Y así fue. Durante buena parte del partido, los txuri-urdin neutralizaron a los de Setién, robando en campo contrario. Pisaron el área con lucidez, en parte, porque era Odegaard quien recibía siempre en esa guisa.
El partido se durmió, para intrerés del Barça, que consiguió trenzar sus mejores jugadas. No hubo luces suficientes para incomodar a Remiro, pero sirvió para aliviar el área de Ter Stegen.
Y llegó el VAR
Hasta que apareció el VAR, que no se le escapó el brazo de Le Normand para sacar un centro en el área pequeña. Penalti bien señalado que transformó Messi. Remiro aguantó hasta el final, pero no llegó a alcanzar el disparo del argentino. Lo intentó la Real en los últimos minutos, pero el Barcelona retrasó líneas para amarrar una pírrica victoria que sirve para auparse al liderato.