El mundial de MotoGP continúa en estado de ebullición constante en una temporada extraordinaria en todos los sentidos, empezando por el calendario y terminando por la baja de Marc Márquez, lo que ha provocado un vacío de poder nunca visto. Ayer, en San Marino, el italiano Franco Morbidelli (Yamaha), que no ganaba un gran premio desde el 2017, cuando fue campeón de Moto 2, estrenó su palmarés en la máxima categoría. Y no fue una victoria fruto de la casualidad. Salió disparado como un cohete de la parrilla y los rivales ya no lo vieron hasta la llegada. El quinto vencedor en seis grandes premios diferentes.
Los boxes del equipo satélite de Yamaha celebraron con alegría el inesperado éxito de su piloto, pero tuvieron que lamentar, al mismo tiempo, otra mala jornada para Fabio Quartararo, que cedió el liderazgo del mundial a Andrea Dovizioso (Ducati), que, lejos del nivel de otras temporadas -ayer fue séptima, se encuentra en una situación inesperada y que deberá saber gestionar, ya que de momento las Ducati oficial tienen sus propios problemas. Quartararo fue al suelo dos veces, demostrando que está en plena crisis de confianza.
Viñales, con dificultades en carrera
El piloto de Roses había sido el hombre del fin de semana, sobre todo el sábado, gracias a una polede recuerdo. La elección de un neumático duro en la rueda trasera y una mala salida van mediatizar su carrera. Salió tras Morbidelli, Rossi y Miller, pero fue perdiendo posiciones vuelta tras vuelta. Quartararo, de hecho, cayó tras adelantarlo. Viñales cedió ante las Suzuki de Rins y Mir y de la Ducati de Francesco Bagnaia, que hizo una segunda parte del gran premio pletórico remontando hasta el segundo lugar después de un duelo a tres sin cuartel con Rossi, que aspiraba al podio 200 , Rins y Mir. El italiano, también con una moto satélite, como Morbidelli, acabaría completando su mejor carrera en MotoGP. El otro gran beneficiado en la lucha por el podio fue Mir, que en la vuelta final arriesgó para avanzar Rossi, ya cansado, para conseguir un meritorio tercer puesto.
Las KTM, que en Austria habían maravillado, quedaron muy lejos de las Yamaha, las Ducati y las Suzuki. Pol Espargaró, 10º, fue el mejor de todos, pero a diez segundos del podio. Honda también continúa con problemas a pesar del esfuerzo de Nakagami (9º). La LCR oficial de Àlex Márquez tampoco progresó y fue el antepenúltimo (17º) entre todos los que terminaron. Rabat abandonó.
Con el abandono de Quartararo el mundial queda más abierto que nunca, con los siete primeros separados por menos de veinte puntos. Los pilotos se quedarán esta semana en Misano para el próximo domingo vuelve a haber gran premio, el de Emilia Romagna, en el circuito Marco Simoncelli.