Cada día que pasa parece un paso atrás hacia el desenlace de la liga de segunda división A. Desde hace diez días, que se suspendió el Dépor-Fuenlabrada, debido al brote de Covid-19 surgido en la plantilla del club madrileño, que el campeonato va a la deriva y se ha convertido en un show al que no se le vislumbra el final. Y es que, ahora mismo, no se ve el horizonte para la disputa de la fase de ascenso a primera división que debe desembocar en la clausura de la competición; hay multitud de frentes abiertos y los órganos deportivos que integran el fútbol estatal -LaLiga, la FEF (Federación Española de Fútbol) y el CSD (Consejo Superior de Deportes) – no están encontrando, de momento, la fórmula para resolverlos .
De hecho, los dolores de cabeza se acumulan. Ayer era el día en que se esperaba que el comité de competición se pronunciara respecto a la determinación de Laliga, que el domingo comunicó que el Elche sería el cuarto equipo del play-off después de dejar como nulo el encuentro entre el Dépor y el Fuenlabrada.
Que se aplique dicha medida propuesta por el ente presidido por Javier Tebas depende de la ratificación de competición, pero tampoco ayer, y ya hace tres días que se le espera, el órgano federativo dijo nada. De la validación de esta decisión depende también la aprobación de los horarios de la promoción de ascenso, lo que durante el día de ayer también se complicó aún más con un positivo confirmado de un jugador del Almería, el rival del Girona, y otro del Zaragoza, uno de los implicados en las eliminatorias para subir.
Los dos clubes, que no revelaron la identidad del futbolista, suspendieron los entrenamientos y aplicaron el protocolo pertinente: aislaron el positivo, enviaron el resto de componentes del equipo en casa y disponerse a desinfectar la ciudad deportiva completamente. Hoy las plantillas se someterán a un nuevo test y, si los resultados son negativos, lo que descartaría un brote, volverán a entrenarse. Además, se les hará un test PCR cada dos días.
El Fuenlabrada, a escena
Tras el anuncio durante el fin de semana que tenía 28 infectados y de la decisión de Laliga de suspender definitivamente el enfrentamiento que le quedaba y que le daba posibilidades de entrar en el play-off-una medida aceptada en un primer momento por el club- al Fuenlabrada ya se le daba por descartado. Sin embargo, la presión de la plantilla, disconforme con la situación, y la buena evolución de los positivos, le han hecho cambiar el prisma y ayer se descolgó diciendo que este mismo domingo estaría en condiciones de jugar el encuentro contra el Dépor. “El domingo el club comunicó que no tenía la disposición de hablar de fechas, ya que estaba en una situación de incertidumbre. Sin embargo, los últimos resultados de los tests PCR y la evolución en los últimos cuatro días han sido muy buenos, por lo que afrontamos con ilusión el final de temporada “, indicó la entidad madrileña en un comunicado.
El Fuenlabrada, sin embargo, no depende sólo de que el comité de competición no ratifique la propuesta de Laliga, también tiene un expediente abierto por la FEF a raíz de denuncias de varios clubes de la categoría de plata para aclarar si la entidad madrileña incumplir las normas viajando en a Coruña. Ayer estaba previsto que el juez instructor del caso, Ricardo Esteban Díaz Sánchez, escuchara las declaraciones del entrenador, José Ramón Sandoval; del presidente, Jonathan Praena; del médico, Juan Manuel Blanco; del jugador Hugo Fraile, y del agente Rodrigo Fernández, pero todo quedó parado. El Fuenlabrada recusó el juez instructor asignado por su supuesta vinculación a un ejecutivo de la FEF ya un consejero del Dépor, lo que paralizó momentáneamente el proceso.