El Real Madrid estará en el bombo el lunes como primero de grupo después de superar con nota la «final» ante Borussia Mönchengladbach. Los de Zidane, preparándose para una noche frenética en Valdebebas, mostraron una de las primeras partes más convincentes de la temporada, intensa y sólida en la presión, liderada por Luka Modric en la sala de máquinas y por un Karim Benzema que marcó dos goles de cabeza tras sendos centros desde la derecha, primero por Lucas Vázquez y luego por Rodrygo Goes.
El Madrid llegó al descanso con un sólido espíritu de equipo, cuando Modric estrelló primero un balón en el poste y luego un gol anulado por el fuera de juego de Varane. Y lejos de sufrir la habitual tregua en la segunda mitad, el Madrid mantuvo la calma y soportó algunos ataques iniciales de un Mönchengladbach que trató de revertir la lentitud del juego con un doble cambio en el descanso, pero aún así pudo agradecer no recibir más goles, con Sommer soberbio ante Toni Kroos y Benzema. Destacó también el partido de Lucas Vázquez y la entrada de Sergio Arribas, un zurdo de gran talento, en una noche que prometía ser apasionante.