Barcelona y Real Madrid empataron 0-0 por primera vez desde 2002 en un Clásico eclipsado por violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes fuera del estadio Camp Nou en la segunda mitad.
El Madrid dominó el partido en la primera mitad con un Barça que regaló el balón en numerosas ocasiones. Los Blancos estuvieron cerca del primer gol en el despeje en la línea de gol de Gerard Piqué al cabezazo de Casemiro.
El Barcelona también gozó oportunidades en el disparo de Lionel Messi después de un despeje de Thibaut Courtois que fue despejado por Sergio Ramos. Por su parte, Jordi Alba, cruzó el balón en la portería blanca tras un maravilloso pase del argentino.
La primera parte destaca por el penalti no pitado y tampoco revisado por el VAR del Lenglet a Varane, que le dejó un importante hematoma en el muslo del francés.
Messi marró un gol al principio del segundo tiempo. Bale marcó en el minuto 17, pero Ferland Mendy estaba fuera de juego cuando recibió el esférico.
Ambos equipos hicieron cambios al final del encuentro cuando algunos aficionados independentistas lanzaron pelotas de playa al campo y levantaron pancartas con el mensaje “España, siéntate y habla”. Y a medida que avanzaba el partido, las noticias de altercados fuera del estadio comenzaron a filtrarse.
Hubo humo y un olor a quemado, mientras que el speaker del estadio hizo repetidos pedidos al público para evitar las salidas en Travessera de Les Corts, y las protestas pacíficas anteriores se salieron de control con miles de personas todavía en el calles al comienzo del Clásico.
Y todo eso terminó eclipsando el fútbol y el partido terminó en fuertes silbidos cuando el Barça y el Madrid disputaron el primer Clásico sin goles en 17 años, después de anotar en los 49 últimos encuentros desde el empate 0-0 en 2002.
El Barça y el Madrid siguen encabezando la Liga, ambos con 36 puntos, con los catalanes por delante en la diferencia de goles.